El Salón de Ginebra
(hasta el 15 de marzo) mantiene la oleada de estrenos que distingue siempre a
la feria del automóvil más importante del año. El
ambiente refleja el optimismo, porque las ventas en Europa, con España a la
cabeza, suben con más vigor del esperado y solo la ralentización de China
oscurece el horizonte.
Vista interior de la muestra suiza
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La ausencia de estrenos de
renombre tras años de exuberancia transmite cierta sensación de atonía, como si
los fabricantes hubieran hecho un alto en el camino para asimilar la repentina
caída del precio del petróleo y decidir por dónde tirar. En realidad, es solo
casual, porque los lanzamientos de nuevos modelos se deciden con años de
antelación. Pero lo cierto es que la industria se enfrenta a una encrucijada inesperada que abre nuevos
interrogantes: ¿tiene sentido mantener las costosas inversiones que exige la
electrificación del automóvil con los precios actuales de los combustibles?
Y lo que es más importante, ¿están dispuestos los clientes a
pagar el sobreprecio de tener un coche limpio cuando sale tan barato
contaminar?
A primera vista la respuesta
parece negativa en ambos casos. Pero la espada de Damocles de las futuras
normas para reducir las emisiones de CO2 va a exigir a casi todos los modelos,
salvo los más pequeños, tener apoyo eléctrico. Y aunque a corto plazo se puede
caer en la tentación de retrasar inversiones, el tic-tac de la contaminación
corre en contra de las grandes ciudades y en especial del Gobierno chino, que
tiene ya varias, como Pekín, al borde del colapso. Así, más pronto que tarde el
gigante asiático -23 millones de vehículos en 2014 y 25% del mercado mundial-
tendrá que descarbonizar el tráfico urbano y los fabricantes obedecerán sin
rechistar si no quieren quedarse fuera del gran mercado.
Martin
Winterkorn máximo responsable del grupo VW
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Martin Winterkorn, máximo responsable del grupo
VW, no tiene dudas: “Viendo los precios actuales
del petróleo podría parecer que elegimos el caballo equivocado. Pero mi respuesta es clara: el grupo VW no ha cambiado sus objetivos
medioambientales. El petróleo no será barato siempre y las normas de
C02 son obligatorias, al margen de los bajos precios. Además, siempre formará parte de nuestra estrategia de protección ambiental”.
Ojalá, como asegura Martin Winterkorn, el descenso del
precio del petróleo no signifique no seguir con las propuestas eléctricas, y la
protección al medio ambiente siga siendo lo más importante.
The Geneva Motor Show (until
March 15) still holds the premieres that always distinguish the most important Motor Show of the year.
The atmosphere reflects the optimism, because sales in Europe, with Spain
leading the way, rise stronger than ever and the slowdown in China is the only
dark point in the horizon.
The
absence of bigname releases after years of exuberance conveys a sense of
weakness, as if the manufacturer had made a stop along the way to assimilate
the sudden drop in oil prices and decide where to shoot. In fact, it's just
casual, because the releases of new models are decided from years to go. But
the truth is that the industry is facing
an unexpected crossroads that raises new questions: does it make sense to
maintain investments required by the electrification of the automobile with
current fuel prices? And what is more important, customers are willing to pay for having a clean car when polluting is
so cheap?
At first
glance the answer seems negative in both cases. But the sword of Damocles of
future regulations to reduce CO2 emissions will require an electrical backup to
almost all models except the smallest. Although in short term may be tempted to
delay investments, the ticking of pollution runs counter to the big cities and
especially the Chinese government, which runs many, as Peking, to collapse.
Sooner or later the Asian giant 23 million vehicles in 2014 and 25% of the
world market will have to decarbonize urban traffic and manufacturers would
have to obey without question if they don ́t want to stay out of the single.
Martin Winterkorn, CEO of Volkswagen group, has no doubts: “Looking at the current
oil prices might seem that we chose the wrong option but my answer is clear: The VW group has not changed its environmental
objectives. Oil will not be cheap forever and C02 standards are mandatory,
regardless of the low prices. In addition, there will always be part of our
strategy for environmental protection”.
We wish, as Martin Winterkorn said, that the decline in
oil prices will not mean stopping with
electric proposals and a continuity on environmental protection.
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