viernes, 31 de marzo de 2017

Cada vez es más difícil reducir las emisiones de CO2 / It is getting more and more difficult to reduce CO2 emissions

Durante los últimos años el mundo del motor ha estado atento a los informes y estudios que miden las emisiones de gases nocivos para la salud provenientes del transporte. En ese sentido, se ha visto cómo ha ido disminuyendo el aporte de CO2 de forma significativa. A la vez, numerosas fuentes de la industria no dejaban de indicar que en el futuro no sería tan fácil seguir la misma dinámica.
 
Pues bien, parece que esos augurios se han hecho realidad llegado el año pasado, en el que en Europa se redujeron 1,2 g/km de CO2 de media por vehículo, para dejar el listón en los 117,8 g/km. Las interpretaciones de esto puede ser dispares, pero lo cierto es que esa reducción no ha sido tan importante como la de años anteriores.
 
 
Solo hay que echar un vistazo a las medias de los años anteriores, de 119 g/km en 2015, 123,4 g/km en 2014 y 127 g/km en 2013. Hasta ahora, los objetivos de emisiones se habían cumplido de sobra, pero llegados a este punto, la previsión que muchos fabricantes llevan lanzando desde hace tiempo vuelve a cobrar sentido.
Y es que las vías más fáciles para reducir las emisiones se están agotando, forzando a la industria a acometer una transición mucho más estructural, profunda e irremediablemente eléctrica. Algo que no todas las compañías quieren o pueden asumir.
Por países, las matriculaciones de coches eléctricos han sido fundamentales para que Noruega desbanque a los Países Bajos como el territorio más limpio de CO2 en lo que a nuevos vehículos se refiere. Los nórdicos han logrado una media de 94,2 g/km, mientras que los holandeses se quedan con 105,7 g/km. España ostenta 114,2 g/km, y países como Alemania o Polonia siguen lastrando la media europea con 125,6 g/km y 126,3 respectivamente.

 


Over the last few years the engine world has been focusing to reports and studies measuring emissions of harmful gases from transport. In that sense, we have seen how CO2 has been significantly reduced. At the same time, numerous industry sources were always pointing out that won’t be easy to follow the same dynamic in the future.
Well, it seems that these omens have come true last year, where in Europe 1.2 g/km of CO2 per vehicle were reduced, leaving the bar at 117.8 g/km. The interpretations of this may be different depending on the point of view, but the truth is that this reduction has not been as important as previous years.
We must just take a look at the rates of previous years, of 119 g/km in 2015, 123.4 g/km in 2014 and 127 g/km in 2013. Until now, the emissions targets had been fulfilled, but at this point, the forecast that many manufacturers have been talking about for a long time makes sense again.
The easiest ways to reduce emissions are being wasted, forcing the industry to undertake a much more structural, profound and irremediably electric transition. But not all companies want or can assume it.
According to every country, electric car registrations have been crucial for Norway to unseat the Netherlands as the cleanest CO2 territory in terms of new vehicles. The Nordics have achieved an average of 94.2 g/km, while the Dutch have 105.7 g/km. Spain boasts 114.2 g/km, and countries like Germany or Poland continue to weigh the European rate with 125.6 g/km and 126.3 respectively.

 

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