Cuando se habla de la mortalidad
ligada al tráfico siempre se tiende a pensar en los accidentes y atropellos,
pero lo cierto es que el mayor número de muertes asociadas a los vehículos no
viene dada por estas causas, sino por la contaminación que estos generan.
En general nos son familiares las
imágenes de gente en países asiáticos andando por la calle o yendo en bici con
mascarillas, para evitar respirar los gases contaminantes de los tubos de
escape de los vehículos. Esa imagen cada vez es más habitual en ciudades más
cercanas a nosotros. Londres, París, Madrid, Berlín, Lisboa… son ejemplos de
urbes que están teniendo graves problemas para controlar el nivel de
contaminación ambiental, y el número no hace más que crecer.
Cerca de 200 ciudades europeas
han tomado medidas contra la polución ambiental que emiten los vehículos. Las
medidas son muy diferentes, en algunas se han establecido peajes, otras han
restringido el tráfico a las zonas más saturadas, algunas penalizan a aquellos
coches que son más contaminantes…
Las cifras son escalofriantes. A
nivel mundial, un estudio del Global Burden of Disease (GBD) afirma que,
mientras que en el año 2000 las muertes causadas por la polución del aire
llegaban a las 800.000, en 2010 esa cifra escaló hasta los 3,2 millones.
Podemos pensar que en la contaminación del aire influyen también otro tipo de
emisiones, como las de la industria, pero lo cierto es que en una gran ciudad
como Madrid, el 86,6% de las emisiones a la atmósfera vienen exclusivamente del
tráfico rodado.
¿Qué consecuencias tiene respirar aire contaminado?
Algunas de las patologías
derivadas de la contaminación ambiental que genera el tráfico son:
- Incremento de las crisis
asmáticas.
- Trastornos del sueño asociados
al ruido, que pueden derivar en problemas de conducta, alteraciones
psicológicas, disminución del rendimiento escolar en los niños, etc.
- Cambios en la actividad
eléctrica del corazón que generan estrés cardíaco.
- Consecuencias a nivel cerebral,
porque el humo y los gases afectan a la capacidad de aprendizaje y memoria
- Relación directa con el cáncer,
principalmente de pulmón y vejiga.
La gravedad de estas
consecuencias estará en relación al grado de exposición que tengamos a este
aire contaminado y lo sensibles que seamos a ella, los niños por ejemplo son
mucho más vulnerables a su efecto.
El papel del Vehículo Eléctrico
El vehículo 100% eléctrico es el
único que no emite absolutamente nada de CO2 durante su conducción. Si el
conductor es además responsable eligiendo la compañía eléctrica con la que
recargar su vehículo eléctrico y opta por una que genere electricidad
renovable, las emisiones de generación de electricidad también serán 100%
limpias.
Si el parque automovilístico de
vehículos eléctricos aumentase, la contaminación ambiental se vería reducida
considerablemente, y con ella los graves perjuicios sobre nuestra salud.
Su expansión generalizada está
aún lejana, aunque ya se van dando pasos certeros para acercarnos a ella. Entre
ellos, los que dan empresas privadas y profesionales (por ejemplo del taxi),
que apuestan por introducir en sus flotas vehículos respetuosos con el entorno
en el cual se mueven; o las instituciones, que también están introduciendo
vehículos eléctricos en su parque automovilístico. A nuestro entender, son las
instituciones las que han de liderar el
despegue del vehículo eléctrico, porque de ellas depende también la expansión
de los puntos públicos de recarga.
En juego está la salud ambiental
de nuestras ciudades, y si no estamos dispuestos a vivir sin nuestro coche,
mejor explorar opciones que no contribuyan a dinamitar el aire de nuestras
ciudades y la salud de quienes las habitan.
When we speak about mortality caused by traffic we usually think of
accidents. Actually, the largest number of deaths associated with vehicles is
not given by traffic accidents, it's caused by the pollution they generate.
For us, images of people in Asian countries on the street or riding a
bike wearing masks to avoid breathing the gaseous pollutants from the exhaust
pipes of vehicles are familiar. That image is increasingly common in cities
closest to us. London, Paris, Madrid, Berlin, Lisbon ... are examples of cities
that are having serious trouble catching the level of environmental pollution
and the number is growing.
About 200 European cities have taken action against environmental
pollution caused by vehicles. The measures are different, some are tolls,
others have restricted traffic to the most saturated areas, some penalize those
cars that are more polluting ...
The numbers are chilling. Globally, a study by the Global Burden of
Disease (GBD) states affirm that, whereas in 2000 the deaths caused by air
pollution reached 800,000 in 2010 that number climbed to 3.2 million. We can
think that air pollution also has influence of other emissions, such as
industry, but the truth is that in a big city like Madrid, 86.6% of the
emissions come only from road traffic.
What are the consequences breathing
polluted air?
Some of the pathologies arising from environmental pollution generated
by traffic are:
- Increased asthma attacks.
- Sleep disorders associated with noise, which can lead to behavior
problems, psychological disturbances, decreased school performance in children,
etc.
- Changes in the heart's electrical activity generating cardiac stress.
- Consequences in the brain, because the smoke and gases affect the
ability of learning and memory.
- Direct relation with the cancer, especially lung and bladder.
The importance of these consequences will be related to the level of
exposure we have for this polluted air, children are much more vulnerable to
its effects.
The electric vehicle role
The 100% electric vehicle is the only one that does not emit nothing of
CO2 during his driving. If the driver is also responsible of choosing the
electric company and opts for one that supplies electricity from renewable
energy, emissions from electricity generation will also be 100% clean.
If the fleet of electric vehicles increases, pollution would be reduced
considerably, and consequently the serious damage on our health.
Its widespread expansion is still distant, but we are getting closer.
Among them, private companies and professionals (e.g. taxi), who introduce into
their fleets environmentally respectful vehicles; or institutions, which are
also introducing electric vehicles in their fleets. In our opinion, are the
institutions that have to lead the launch of electric vehicles; because of them
depends also the expansion of public charging points.
At stake is the environmental health of our cities, and if we are not
willing to live without our car, it’s better to explore options that do not
contribute to dynamiting the air in our cities and the health of their
inhabitants.