Y esta semana seguimos con la tónica de
la semana pasada, esto es noticia y nos parece muy interesante para dejarlo
pasar.
Estamos viviendo una situación histórica
después de varios años de escalada constante del precio de los carburantes. Por fin, el coste de llenar el depósito de los vehículos de combustión
se ha reducido considerablemente.
Sin duda, es una buena noticia para las economías familiares y las empresas con
flotas de vehículos.
Esta coyuntura ha servido para que
algunas voces hayan salido a la palestra a decir que el interés por el vehículo
eléctrico ha descendido, ya que ahora el ahorro no es tanto. Evidentemente, son
voces interesadas en seguir vendiendo carburante por los siglos de los siglos,
bueno, o al menos hasta que se acabe, porque el petróleo es un bien finito.
Para Nagares es una anécdota. Ligar el futuro del vehículo eléctrico única y exclusivamente a las
cuestiones económicas es tener una visión muy limitada, e interesada, de la
realidad. Más aún, en estos tiempos que corren, en los que día tras
día vemos noticias de ciudades alarmadas por el alto grado de contaminación que
alcanzan sus calles por causa del tráfico.
Sólo en la primera semana del mes de
enero, Madrid ha llegado a los máximos anuales de contaminación permitidos para
todo 2015, según datos ofrecidos por Ecologistas en Acción, que recuerdan que
la contaminación atmosférica puede provocar enfermedades respiratorias,
vasculares y cánceres. La Agencia Europea del Medio Ambiente ofrece un dato
más: en 2014, sólo en Madrid, se produjeron 2.500 muertes prematuras que
podrían relacionarse perfectamente con la exposición ambiental a estos agentes
contaminantes.
Otro tipo de contaminación es la que
genera el ruido. El Ayuntamiento de Valencia ofrece datos de sus estaciones de
medición que arrojan que en 2013, se superaron de media los 60 decibelios de
ruido en la ciudad. En algunas zonas más transitadas, como Avenida de Aragón y
Plaza del Ayuntamiento o en las grandes vías, como Avenida del Cid o Pérez
Galdós, esos decibelios escalaron hasta los 70.
Contaminación ambiental, enfermedades,
ruido… Limitar el vehículo eléctrico sólo al ahorro es limitar mucho el
potencial de nuestros coches del futuro.
¿No os parece?
This
week we continue with last week topic: a new too important for passing up.
We are
living a historical situation after several years of steady rise in price of
oil. The cost of filling the tank in
combustion vehicles has been reduced considerably. It is good news for
households and companies with fleets of vehicles.
At this
juncture, some people have risen their voices to declare that interest in
electric vehicles goes into decline because saving is not as strong as years
ago. Clearly, these voices are interested in selling oil forever or at least
until its end, because oil is a finite good.
This is
an anecdote for Nagares. Linking the
future of electric vehicle exclusively to economic issues means having a very
limited and interested vision of reality. Moreover in these days, in which
we hear from cities alarmed by the high level of pollution in the streets
because of traffic.
Only in
the first week of January, Madrid has reached the annual maximum allowable
pollution for all 2015, according to data provided by Ecologistas en Acción,
remembering that air pollution could cause respiratory and vascular diseases
and cancer. The European Environment Agency provides one more fact: in 2014,
only in Madrid, there were 2,500 premature deaths that could be related to
environmental exposure to this contamination.
Another
type of pollution is noise pollution. Data from measuring stations of Valencia
City Council show that during 2013 noise average was exceed more than 60%. In
some busy areas like Avenida de Aragon and Plaza del Ayuntamiento or major
roads such as Avenida Del Cid or Pérez Galdós, it rise to 70 decibels.
Environmental pollution, diseases, noise...Borders for electric vehicle expansion
only to save money means putting severe limits to the future of our cars.
Don ́t
you think? Do you agree?
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