Francia propone el año 2040 como límite para acabar con
los vehículos contaminantes. Noruega lo fijó en 2025.
Los automóviles diésel y gasolina están
en una encrucijada. El Acuerdo de París contra el cambio climático exige
una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países
miembros de entre un 80% y un 95% para 2050.
Y los Gobiernos que se comprometieron a luchar contra la contaminación
ven en los vehículos que funcionan con combustibles fósiles una losa en la
senda de reducciones y se empiezan a subir al coche eléctrico. Francia ha sido
el último en proponer una fecha límite para acabar con la venta de automóviles
con combustibles fósiles: 2040. Antes lo habían hecho Noruega (2025), India
(2030) y Alemania (con el objetivo de tener un millón de automóviles limpios en
circulación para 2020). España, de momento, no ha sido tan ambicioso. Pese a
los avances, al ritmo actual el parque de automóviles no alcanzará los
objetivos pactados.
El ministro francés de Medio Ambiente,
Nicolas Hulot, lanzó el órdago el jueves: en Francia se dejarán de vender
coches que usen gasolina o diésel en 2040. Y quiere que no sea solo cosa de su
país. “El Gobierno tomará la iniciativa de proponer, a nivel europeo, una nueva
norma euro ambiciosa y fijar el objetivo de poner fin a la venta de coches que
emitan gases en 2040”. Ante la falta de detalles sobre cómo piensa conseguir
ese objetivo, el anuncio se ha visto más como una señal política a nivel
internacional que como un plan legislativo. La iniciativa es solo una
declaración de intenciones, aunque Hulot añade que "reunirá una coalición
de países para promover este objetivo".
Algunos ecologistas lamentan la lejanía
temporal y el sector automovilístico lo ha recibido sin excesiva alarma.
Efectivamente 2040 queda lejos y, en todo caso, el proceso de innovación tecnológica
ya lleva a un mundo con coches propulsados por energías limpias. Además, el
objetivo de que la movilidad en Francia sea limpia también se ve lejano. Solo
el 1,46% de su parque automóvil en 2016 funciona solo con batería eléctrica o
híbridos enchufables, según un informe de la Agencia Internacional de la
Energía.
Aunque sean solo palabras, el mensaje
francés se une a la tendencia de Gobiernos e incluso de empresas que aseguran
que quieren acabar con los motores diésel y gasolina en los próximos años. Los
fabricantes aseguran que son conscientes de que el futuro está en los coches
eléctricos. En algunos casos, incluso autónomos. Las principales marcas ya se
fijan un objetivo de venta de vehículos eléctricos: Volkswagen, el 50% en 2030
y Mercedes, más de un 20% para 2025. Volvo Cars, por su parte, anunció este
miércoles que solo lanzará al mercado modelos eléctricos o híbridos a partir de
2019. Eso sí: el corte no será radical. Los modelos nuevos serán limpios, pero
las cadenas de montaje seguirán produciendo los diésel y gasolina que haya en
cartera.
Noruega lidera el cambio
Noruega es el referente en el cambio de vehículos de
combustión hacía los eléctricos. Según el último informe de la Agencia
Internacional de la Energía, casi uno de cada tres coches en el país nórdico es
eléctrico o híbrido enchufable (un 28,76%). El
objetivo marcado por el Gobierno es acabar con la compraventa de automóviles
diésel y gasolina en 2025. ¿Cómo se consigue esto? Ellos han apostado por
políticas económicas: exención del IVA (25% en Noruega), del impuesto de
matriculación, del pago de peajes y de aparcamiento.
En porcentaje triunfa Noruega, pero en
números absolutos el rey de los eléctricos es China, donde había 648.770
vehículos eléctricos o híbridos enchufables a final de 2016, sin contar los de
dos ruedas y los autobuses. En este país la estrategia pasa por impulsar y
ayudar a los fabricantes para que apuesten por los vehículos limpios. Le siguen
Estados Unidos (563.710 coches) y Japón (151.250 automóviles).
A las iniciativas de los países (a veces
más teóricas que prácticas) se suman las restricciones de los ayuntamientos,
que en ocasiones resultan más disuasorias incluso que los planes estatales.
Ciudades como París o Madrid limitan el acceso al centro de los coches
contaminantes algunos días mientras que los limpios tienen permiso para
circular y aparcar, lo que supone un aliciente a su compra.
Pese a los avances, el ritmo de
implantación no parece suficiente para cumplir con las metas marcadas contra el
cambio climático: debería haber 600 millones de coches eléctricos en el mundo
en 2040. De hecho, el año pasado se cerró con algo más de dos millones de
turismos. Es decir, solo un 1,10% del parque total de automóviles.
España se está quedando atrás. A cierre
de 2016, según datos de Anfac (patronal del automóvil), había 19.037 coches
eléctricos puros. Es decir, sin contabilizar los híbridos enchufables, ya que
el informe de la patronal no diferencia entre los híbridos diferentes
existentes. Así, los que usan solo batería eléctrica suponen el 0,07% del
parque total. "Los incentivos a la compra de estos vehículos han sido
discontinuos. Las matriculaciones varían mucho cuando hay planes activos, como
ocurre ahora con el plan Movea", explica Adolfo Randulfe, portavoz de
Anfac. Este plan contempla incentivos de 14,26 millones de euros, de los que
10,1 se destinan a coches eléctricos. El Ejecutivo prevé sacar un nuevo paquete
de ayudas a la movilidad alternativa de 50 millones antes de acabar el año. Sin
embargo, sigue por debajo de las ayudas de los planes PIVE (disponibles para
vehículos de diésel y gasolina), que han tenido una dotación de unos 1.200
millones desde 2012.
Para cumplir los compromisos con la Unión
Europea de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, en España
debería haber en circulación 300.000 coches eléctricos en 2020. Es decir, mucho
tendría que cambiar la tendencia de compra para que cumpla este objetivo.
"El precio del eléctrico todavía es mayor y eso se nota a la hora de la
compra, aunque casi todas las marcas ya cuentan con algún modelo de energía
limpia", afirma Randulfe.
Lo que queda patente es que las medidas
tomadas por Noruega y China surten efecto. El gigante asiático superará además
dentro de poco a Europa como mayor mercado mundial de coches eléctricos gracias
a las inversiones realizadas. Esto le servirá de trampolín para que sus
empresas vendan sus modelos fuera de sus fronteras. Porque la expansión es
imparable. Si todavía quedan unos años de inestabilidad en este sentido y con
políticas diferentes según los Gobiernos, lo que ya está definido es que al
futuro se llega en vehículos de energía limpia.
France proposes the year 2040 as a limit to end polluting vehicles. Norway
set it in 2025
Diesel and gasoline cars are at a
crossroads. The Paris Agreement on Climate Change requires a reduction in
greenhouse gas emissions in member countries of 80% - 95% by 2050. And
governments that pledged to fight against pollution see in fossil fuel vehicles
a slab in the path of reductions and are starting to pay attention to electric
car. France was the last to propose a deadline to end fossil fuels sales: 2040.
Norway (2025), India (2030) and Germany (with a goal of having a million cars
cleaned in Circulation by 2020). Spain, at the moment, has not been so
ambitious. In spite of the advances, at the current rate the car park will not
reach the agreed objectives.
French Environment Minister Nicolas Hulot
set a challenge on Thursday: in France they will stop selling cars that use
gasoline or diesel in 2040. And he wants to spread thismeasure abroad its
country "The Government will take the initiative to propose, at European
level, a new ambitious Euro norm and set the objective of ending the sale of
cars that emit gases in 2040." Given the lack of detail on how it intends
to achieve that goal, the announcement has been seen more as a political signal
at the international level than a legislative plan. The initiative is only a
declaration of intent, although Hulot adds that "it will bring together a
coalition of countries to promote this goal."
Some ecologists lament the temporary
remoteness and the automotive sector has received it without excessive alarm.
Indeed 2040 is far and in any case, the process of technological innovation
already leads to a world with cars powered by clean energy. In addition, the goal
of clean mobility in France is also far away. Only 1.46% of its car park in
2016 works only with electric batteries or plug-in hybrids, according to a
report by the International Energy Agency.
Although they are only words, the French
message joins the trend of governments and even companies saying they want to
end diesel and gasoline engines in the coming years. Manufacturers claim that
they are aware that the future is in electric cars. In some cases, even
autonomous. The main brands already set a target for the sale of electric
vehicles: Volkswagen, 50% in 2030 and Mercedes, more than 20% by 2025. Volvo
Cars, meanwhile, announced that only will launch electric models or Hybrids
from 2019. That yes: the cut will not be radical. The new models will be clean,
but the assembly lines will continue to produce the diesel and gasoline in the
portfolio.
Norway leads the change
Norway is the reference in the change of
vehicles of combustion to electric ones. According to the latest report of the
International Energy Agency, almost one of three cars in the Nordic country is
electric or plug-in hybrid (28.76%). The objective set by the Government is to
end the sales of diesel and gasoline cars in 2025. How is this achieved? They
have opted for economic policies: exemption from VAT (25% in Norway),
registration tax, tolls and parking.
Norway is triumphing in percentage, but in
absolute numbers the king is China, where there were 648,770 electric vehicles
or plug-in hybrids at the end of 2016, not counting the two-wheelers and the
buses. In this country the strategy is to encourage and help manufacturers to
bet on clean vehicles. It is followed by the United States (563,710 cars) and Japan
(151,250 cars).
Apart from country initiatives (sometimes
more theoretical than practical) we must consider the addition of the
restrictions of municipalities, which are sometimes even more dissuasive than
state plans. Cities like Paris or Madrid limit access to the center of
polluting cars for some days while the clean ones are allowed to drive and
park, which is an incentive to purchase.
Despite the progress, the pace of
implementation does not seem sufficient to meet the goals set against climate
change: there should be 600 million electric cars in the world by 2040. In
fact, last year was closed with just over two million of cars. That is, only
1.10% of the total car park.
Spain is being left behind. At the end of
2016, according to data from Anfac (car boss), there were 19,037 pure electric
cars (without counting plug-in hybrids, since the employer's report does not differentiate
between the different existing hybrids). Thus, those who use only electric
batteries account for 0.07% of the total park. "Incentives for the
purchase of these vehicles have been discontinued. Enrollments vary widely when
there are active plans, as is the case with the Movea plan," said Adolfo
Randulfe, spokesperson for Anfac. This plan includes incentives of 14.26
million euros, of which 10.1 are for electric cars. The Executive plans to
release a new package of alternative mobility aids of 50 million before the end
of the year. However, it remains below the aid of the PIVE plans (available for
diesel and petrol), which have had an allocation of about 1.2 billion since
2012.
In order to meet its commitments to the
European Union to reduce greenhouse gas emissions, in Spain there should be
300,000 electric cars in circulation by 2020. In other words, much of the
buying trend would change to meet this objective. "The price of the
electric is still higher and that is evident at the time of purchase, although
almost all brands already have some model of clean energy," says Randulfe.
Sounds clear is that the measures taken by
Norway and China are right. The Asian giant will also soon surpass Europe as
the world's largest market for electric cars thanks to its investments. This
will serve as a springboard for your companies to sell their models outside
their borders. Because the expansion is unstoppable. Wether there are still
years of instability in this sense and with different policies according to
governments, what is already defined is that the future is reached in clean
energy vehicles.
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