viernes, 14 de julio de 2017

Los Gobiernos se suben al coche eléctrico / Governments get on the electric car

Francia propone el año 2040 como límite para acabar con los vehículos contaminantes. Noruega lo fijó en 2025.
 
Los automóviles diésel y gasolina están en una encrucijada. El Acuerdo de París contra el cambio climático exige una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en los países miembros de entre un 80% y un 95% para 2050. Y los Gobiernos que se comprometieron a luchar contra la contaminación ven en los vehículos que funcionan con combustibles fósiles una losa en la senda de reducciones y se empiezan a subir al coche eléctrico. Francia ha sido el último en proponer una fecha límite para acabar con la venta de automóviles con combustibles fósiles: 2040. Antes lo habían hecho Noruega (2025), India (2030) y Alemania (con el objetivo de tener un millón de automóviles limpios en circulación para 2020). España, de momento, no ha sido tan ambicioso. Pese a los avances, al ritmo actual el parque de automóviles no alcanzará los objetivos pactados.
 
 
 

 
 
El ministro francés de Medio Ambiente, Nicolas Hulot, lanzó el órdago el jueves: en Francia se dejarán de vender coches que usen gasolina o diésel en 2040. Y quiere que no sea solo cosa de su país. “El Gobierno tomará la iniciativa de proponer, a nivel europeo, una nueva norma euro ambiciosa y fijar el objetivo de poner fin a la venta de coches que emitan gases en 2040”. Ante la falta de detalles sobre cómo piensa conseguir ese objetivo, el anuncio se ha visto más como una señal política a nivel internacional que como un plan legislativo. La iniciativa es solo una declaración de intenciones, aunque Hulot añade que "reunirá una coalición de países para promover este objetivo".
 
Algunos ecologistas lamentan la lejanía temporal y el sector automovilístico lo ha recibido sin excesiva alarma. Efectivamente 2040 queda lejos y, en todo caso, el proceso de innovación tecnológica ya lleva a un mundo con coches propulsados por energías limpias. Además, el objetivo de que la movilidad en Francia sea limpia también se ve lejano. Solo el 1,46% de su parque automóvil en 2016 funciona solo con batería eléctrica o híbridos enchufables, según un informe de la Agencia Internacional de la Energía.
 
Aunque sean solo palabras, el mensaje francés se une a la tendencia de Gobiernos e incluso de empresas que aseguran que quieren acabar con los motores diésel y gasolina en los próximos años. Los fabricantes aseguran que son conscientes de que el futuro está en los coches eléctricos. En algunos casos, incluso autónomos. Las principales marcas ya se fijan un objetivo de venta de vehículos eléctricos: Volkswagen, el 50% en 2030 y Mercedes, más de un 20% para 2025. Volvo Cars, por su parte, anunció este miércoles que solo lanzará al mercado modelos eléctricos o híbridos a partir de 2019. Eso sí: el corte no será radical. Los modelos nuevos serán limpios, pero las cadenas de montaje seguirán produciendo los diésel y gasolina que haya en cartera.
 
Noruega lidera el cambio
 
Noruega es el referente en el cambio de vehículos de combustión hacía los eléctricos. Según el último informe de la Agencia Internacional de la Energía, casi uno de cada tres coches en el país nórdico es eléctrico o híbrido enchufable (un 28,76%). El objetivo marcado por el Gobierno es acabar con la compraventa de automóviles diésel y gasolina en 2025. ¿Cómo se consigue esto? Ellos han apostado por políticas económicas: exención del IVA (25% en Noruega), del impuesto de matriculación, del pago de peajes y de aparcamiento.
 
 
 
 
 
 
En porcentaje triunfa Noruega, pero en números absolutos el rey de los eléctricos es China, donde había 648.770 vehículos eléctricos o híbridos enchufables a final de 2016, sin contar los de dos ruedas y los autobuses. En este país la estrategia pasa por impulsar y ayudar a los fabricantes para que apuesten por los vehículos limpios. Le siguen Estados Unidos (563.710 coches) y Japón (151.250 automóviles).
 
A las iniciativas de los países (a veces más teóricas que prácticas) se suman las restricciones de los ayuntamientos, que en ocasiones resultan más disuasorias incluso que los planes estatales. Ciudades como París o Madrid limitan el acceso al centro de los coches contaminantes algunos días mientras que los limpios tienen permiso para circular y aparcar, lo que supone un aliciente a su compra.
 
Pese a los avances, el ritmo de implantación no parece suficiente para cumplir con las metas marcadas contra el cambio climático: debería haber 600 millones de coches eléctricos en el mundo en 2040. De hecho, el año pasado se cerró con algo más de dos millones de turismos. Es decir, solo un 1,10% del parque total de automóviles.
 
España se está quedando atrás. A cierre de 2016, según datos de Anfac (patronal del automóvil), había 19.037 coches eléctricos puros. Es decir, sin contabilizar los híbridos enchufables, ya que el informe de la patronal no diferencia entre los híbridos diferentes existentes. Así, los que usan solo batería eléctrica suponen el 0,07% del parque total. "Los incentivos a la compra de estos vehículos han sido discontinuos. Las matriculaciones varían mucho cuando hay planes activos, como ocurre ahora con el plan Movea", explica Adolfo Randulfe, portavoz de Anfac. Este plan contempla incentivos de 14,26 millones de euros, de los que 10,1 se destinan a coches eléctricos. El Ejecutivo prevé sacar un nuevo paquete de ayudas a la movilidad alternativa de 50 millones antes de acabar el año. Sin embargo, sigue por debajo de las ayudas de los planes PIVE (disponibles para vehículos de diésel y gasolina), que han tenido una dotación de unos 1.200 millones desde 2012.
 
Para cumplir los compromisos con la Unión Europea de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, en España debería haber en circulación 300.000 coches eléctricos en 2020. Es decir, mucho tendría que cambiar la tendencia de compra para que cumpla este objetivo. "El precio del eléctrico todavía es mayor y eso se nota a la hora de la compra, aunque casi todas las marcas ya cuentan con algún modelo de energía limpia", afirma Randulfe.
 
Lo que queda patente es que las medidas tomadas por Noruega y China surten efecto. El gigante asiático superará además dentro de poco a Europa como mayor mercado mundial de coches eléctricos gracias a las inversiones realizadas. Esto le servirá de trampolín para que sus empresas vendan sus modelos fuera de sus fronteras. Porque la expansión es imparable. Si todavía quedan unos años de inestabilidad en este sentido y con políticas diferentes según los Gobiernos, lo que ya está definido es que al futuro se llega en vehículos de energía limpia.
 
France proposes the year 2040 as a limit to end polluting vehicles. Norway set it in 2025
 
Diesel and gasoline cars are at a crossroads. The Paris Agreement on Climate Change requires a reduction in greenhouse gas emissions in member countries of 80% - 95% by 2050. And governments that pledged to fight against pollution see in fossil fuel vehicles a slab in the path of reductions and are starting to pay attention to electric car. France was the last to propose a deadline to end fossil fuels sales: 2040. Norway (2025), India (2030) and Germany (with a goal of having a million cars cleaned in Circulation by 2020). Spain, at the moment, has not been so ambitious. In spite of the advances, at the current rate the car park will not reach the agreed objectives.
 
French Environment Minister Nicolas Hulot set a challenge on Thursday: in France they will stop selling cars that use gasoline or diesel in 2040. And he wants to spread thismeasure abroad its country "The Government will take the initiative to propose, at European level, a new ambitious Euro norm and set the objective of ending the sale of cars that emit gases in 2040." Given the lack of detail on how it intends to achieve that goal, the announcement has been seen more as a political signal at the international level than a legislative plan. The initiative is only a declaration of intent, although Hulot adds that "it will bring together a coalition of countries to promote this goal."
 
Some ecologists lament the temporary remoteness and the automotive sector has received it without excessive alarm. Indeed 2040 is far and in any case, the process of technological innovation already leads to a world with cars powered by clean energy. In addition, the goal of clean mobility in France is also far away. Only 1.46% of its car park in 2016 works only with electric batteries or plug-in hybrids, according to a report by the International Energy Agency.
 
Although they are only words, the French message joins the trend of governments and even companies saying they want to end diesel and gasoline engines in the coming years. Manufacturers claim that they are aware that the future is in electric cars. In some cases, even autonomous. The main brands already set a target for the sale of electric vehicles: Volkswagen, 50% in 2030 and Mercedes, more than 20% by 2025. Volvo Cars, meanwhile, announced that only will launch electric models or Hybrids from 2019. That yes: the cut will not be radical. The new models will be clean, but the assembly lines will continue to produce the diesel and gasoline in the portfolio.
 
Norway leads the change
 
Norway is the reference in the change of vehicles of combustion to electric ones. According to the latest report of the International Energy Agency, almost one of three cars in the Nordic country is electric or plug-in hybrid (28.76%). The objective set by the Government is to end the sales of diesel and gasoline cars in 2025. How is this achieved? They have opted for economic policies: exemption from VAT (25% in Norway), registration tax, tolls and parking.
 
Norway is triumphing in percentage, but in absolute numbers the king is China, where there were 648,770 electric vehicles or plug-in hybrids at the end of 2016, not counting the two-wheelers and the buses. In this country the strategy is to encourage and help manufacturers to bet on clean vehicles. It is followed by the United States (563,710 cars) and Japan (151,250 cars).
Apart from country initiatives (sometimes more theoretical than practical) we must consider the addition of the restrictions of municipalities, which are sometimes even more dissuasive than state plans. Cities like Paris or Madrid limit access to the center of polluting cars for some days while the clean ones are allowed to drive and park, which is an incentive to purchase.
 
Despite the progress, the pace of implementation does not seem sufficient to meet the goals set against climate change: there should be 600 million electric cars in the world by 2040. In fact, last year was closed with just over two million of cars. That is, only 1.10% of the total car park.
 
Spain is being left behind. At the end of 2016, according to data from Anfac (car boss), there were 19,037 pure electric cars (without counting plug-in hybrids, since the employer's report does not differentiate between the different existing hybrids). Thus, those who use only electric batteries account for 0.07% of the total park. "Incentives for the purchase of these vehicles have been discontinued. Enrollments vary widely when there are active plans, as is the case with the Movea plan," said Adolfo Randulfe, spokesperson for Anfac. This plan includes incentives of 14.26 million euros, of which 10.1 are for electric cars. The Executive plans to release a new package of alternative mobility aids of 50 million before the end of the year. However, it remains below the aid of the PIVE plans (available for diesel and petrol), which have had an allocation of about 1.2 billion since 2012.
 
In order to meet its commitments to the European Union to reduce greenhouse gas emissions, in Spain there should be 300,000 electric cars in circulation by 2020. In other words, much of the buying trend would change to meet this objective. "The price of the electric is still higher and that is evident at the time of purchase, although almost all brands already have some model of clean energy," says Randulfe.
 
Sounds clear is that the measures taken by Norway and China are right. The Asian giant will also soon surpass Europe as the world's largest market for electric cars thanks to its investments. This will serve as a springboard for your companies to sell their models outside their borders. Because the expansion is unstoppable. Wether there are still years of instability in this sense and with different policies according to governments, what is already defined is that the future is reached in clean energy vehicles.
 

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